Dignitas infinita. Declaración sobre la dignidad humana

Carta de Mons. D. José María Yanguas Sanz
Obispo de Cuenca

Domingo, 28 de abril de 2024

Queridos diocesanos:

Hace unos días se hizo público un documento del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, de fecha 2 de abril de 2024, que fue aprobado por el Papa Francisco el 24 de marzo último, ordenando al mismo tiempo su publicación. El documento en cuestión lleva por título: “Dignitas infinita. Declaración sobre la dignidad humana”.

La elaboración de la Declaración ha recorrido un largo camino, tal como se precisa en la Presentación de la misma. Su preparación se inició en marzo de 2019, hace, pues, más de cinco años. El primer proyecto del texto fue considerado insatisfactorio y se decidió elaborar uno completamente nuevo; este fue examinado y debatido en el seno de la todavía Congregación para la Doctrina de la Fe entre los meses de octubre de 2021 a febrero de 2022, acortando y simplificando el texto. Sufrió después algunas modificaciones, hasta que en mayo de 2023 los miembros del ahora Dicasterio para la Doctrina de la fe acordaron que podía ser publicado después de introducir algunos cambios. Pero no había acabado con ello su fin el largo recorrido de la Declaración, pues en noviembre de 2023 el Papa Francisco pidió que se resaltaran en el texto algunas temáticas relacionadas con la dignidad humana y que se prestara mayor atención a las actuales graves violaciones de la misma. Así se hizo, teniendo muy presente la enseñanza del Pontífice en su encíclica Fratelli tutti, de 3 de octubre de 2020. El camino seguido en la redacción de la Declaración Dignitas infinita concluyó, como he dicho al inicio, con su publicación en abril de este mismo año.

La historia del Documento pone de manifiesto un largo proceso de decantación que permite hablar de un escrito maduro, como por otra parte, exige la relevancia y centralidad de la cuestión de la dignidad humana en el pensamiento cristiano. Por todo ello juzgo conveniente detenernos en su consideración en las próximas semanas.

El Dicasterio para la Doctrina de la Fe hace una breve Presentación de la Declaración en sus primeras páginas. En ellas no solo nos ilustra sobre la historia de su redacción, sino que nos desvela su intención o finalidad, ofrece una breve síntesis de su estructura y contenido, y hace algunas precisiones de interés para el lector.

Como se lee en sus primeras líneas, el Documento quiere subrayar “lo imprescindible del concepto de dignidad de la persona humana en el seno de la antropología cristiana”, e ilustrar “el alcance y las implicaciones beneficiosas a nivel social, político y económico”, teniendo presentes “los últimos desarrollos del tema en el ámbito académico y sus comprensiones ambivalentes en el contexto actual”.
La Declaración consta de 66 puntos en los que se incluyen los correspondientes a la Introducción (nn. 1-9) y la Conclusión (nn. 63-66). Se divide en cuatro partes o capítulos. En los tres primeros (nn. 10-16; 17-22 y 23-32) se recuerdan algunos principios fundamentales, y se precisa el concepto de dignidad y el significado de dignitas infinita: “dignidad de todos los seres humanos (que) va más allá de todas las apariencias externas o características de la vida concreta de las personas”, una verdad, se lee en la Declaración, que es preciso admitir para que las sociedades sean auténticamente justas.

En la cuarta parte de la Declaración (nn. 33-62), por expresa voluntad del Papa Francisco, se tratan algunas de las situaciones actuales en las que no solo no se reconoce como es debido la “inmensa e inalienable dignidad” de todo ser humano, sino que en ellas se producen graves violaciones de la dignidad de las personas.

Seguiremos la próxima semana, si Dios quiere.

✠ José María Yanguas Sanz
Obispo de Cuenca

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