Tiempo de la Creación

Carta de Mons. D. Celso Morga Iruzubieta
Arzobispo de Mérida-Badajoz

Domingo, 18 de septiembre de 2022

Queridos fieles:

El Tiempo de la Creación es una época para renovar nuestra relación con el Creador y toda la creación a través de la celebración, la conversión y el compromiso de todos. Durante este tiempo, nos unimos, desde nuestra Iglesia diocesana de Mérida-Badajoz, a toda la Iglesia y a todos los hermanos y hermanas de la familia ecuménica en oración y acción por la casa común.

Este tiempo singular comenzó su andadura por iniciativa del patriarca Dimitrios I en 1989, señalando el día 1 de septiembre como día de oración por la creación y posteriormente los cristianos de todo el mundo a través del consejo Mundial de Iglesias (CMI) extendieron la celebración desde el 1 de septiembre al 4 de octubre. El papa Francisco hizo oficial la cálida bienvenida de la Iglesia Católica al tiempo de la Creación en 2015. Este tiempo comienza con una jornada de oración el 1 de septiembre y culmina el 4 de octubre, en la fiesta de san Francisco de Asís, el santo patrón de la ecología amado por muchas denominaciones cristianas. A lo largo de este mes somos 2.200 millones de cristianos del mundo los que nos unimos para orar juntos y tomar conciencia de la necesidad de cuidar de nuestra casa común.

Nosotros desde nuestra tierra extremeña, en la que descubrimos la bondad de Dios que se nos revela en la creación por la belleza y riqueza de nuestra naturaleza, nos unimos a la invitación que se nos hace para “escuchar la voz de la creación”. Lo hacemos con todo el mundo y sus problemas, pero conscientes de nuestra propia realidad también sufriente y que en los últimos tiempos lo sentimos de un modo especial en dos consecuencias directas como son la sequía y los fuegos que sufrimos en nuestras dehesas y montes, amén de la contaminación de las aguas de nuestros ríos y fuentes.

La sequía no habla del agotamiento de nuestra tierra por el modo de vivir y de entender un progreso y consumo que nos seca y contamina, es llanto de una tierra que se ve esquilmada y desprotegida en su ser natural. El fuego, en algunos casos intencionado y en otros favorecido por el descuido de nuestros bosques y parajes naturales, en el abandono incluido del mundo rural. No son situaciones aisladas y accidentales, sino que en su conjunto son un grito que nos demanda conciencia para el cuidado de la tierra y su cultivo en claves de un verdadero humanismo y de un sentido trascendente de creación que proviene de nuestro propio credo cristiano.

Para esta celebración se nos propone este año como símbolo: la zarza ardiente, iluminados por el texto del libro del Éxodo: “He oído su clamor… Conozco sus sufrimientos… ¡Ven, ahora! Te enviaré… Estaré contigo” (Ex 3: 1-12). El fuego que llamó a Moisés, mientras cuidaba el rebaño en el monte Horeb, no consumió ni destruyó la zarza. Esta llama del Espíritu reveló la presencia de Dios. Este fuego sagrado afirmaba que Dios escuchaba los gritos de todos los que sufrían, y prometía estar con nosotros mientras seguíamos con fe nuestra liberación de la injusticia.

En este Tiempo de la Creación, este símbolo del Espíritu de Dios nos llama a escuchar la voz de la creación. Ojalá nuestras comunidades parroquiales sepamos aprovechar este tiempo para catequizarnos en el sentido verdadero de la Creación, reconocernos como criaturas que necesitamos todos de todos y entendamos que la naturaleza es un don de Dios que se nos ha dado para cuidarlo y cultivarlo.

Deseamos que nuestras liturgias, en sus celebraciones, nuestras catequesis y nuestros posibles signos de compromiso en medio de nuestra sociedad, manifiesten nuestra fe comprometida con el cuidado de la casa común.

No olvidemos nunca el valor y la riqueza de esta tierra que habitamos en Extremadura y el compromiso por cuidarla y cultivarla de un modo humano y fraterno. Agradezcamos a nuestros antepasados el legado y el tesoro que nos dejaron y hagamos lo posible por dejarlo mejorado a nuestros hijos y nietos. La Iglesia en Extremadura no quiere ser ajena a este compromiso tan humano como cristiano.

morga_firma

✠ Celso Morga Iruzubieta
Arzobispo de Mérida-Badajoz

Deja un comentario